Queridos seres todos: Hoy ha ocurrido un acontecimiento increíble.
Cómo sucede que terminaron las pesquizas detectivescas con nuestro Columbo y todo aquello acabó en un poema para él , quedando inconclusas algunas cuestiones por asuntos ajenos a mi, entonces para retomar el arte de pesquizar, pensé que no solamente los seres entran en ésta categoría sino también situaciones que necesariamente involucran personas y que evidentemente son la esencia de mis historias.
Tenía ganas de presenciar estados espasmódicos, convulsivos y alienantes entonces, convide a Columbo, ser dócil y estructuralmente modificable para que me acompañase en estas aventuras y él inmediatamente aceptó.(Columbo es un ser moldeable) El lugar escogido fue una Iglesia en Pedro de Valdivia, sector Costanera.
En ese recinto habrían a lo menos 50 personas. Es una pequeño templo situado al centro de la estigmatización, cuyas casas exhalan depresión.
Ingresamos al lugar y nos recibió un gentil hermano, me sorprendió un hecho que rompe los esquemas ancestral , jerarquica y genericamente establecidos que se relacionan con que una mujer dirigía el culto, las oraciones y oficiaba la ceremonia, impúdicamente decorada con un traje rojo encendido . Las mujeres estaban vestidas en su mayoría de pantalones y el largo de sus cabellos era relativamente corto, excepto un par de ellas que a la usanza tradicional llevaban una frondosa melena emulando a Rapunzel.
Se respiraba un ambiente relajado y armonioso, no obstante estaban inquietos , observando a unos seres desconocidos que surgen de la nada, eramos sospechosos y nos miraban de reojo. Columbo y yo no solo fuimos oficialmente presentados de hermanos en la fe, sino que nos une un lazo intra venoso, un mar de sangre que baña nuestras venas.(no se si seremos Cisterna-Muñoz o Cisterna-Cisterna) Debo señalar que mis espectativas no se cumplieron en términos que mi objetivo principal era presenciar una karmatarsis colectiva, gritos y plegarias desafiantes :Redimíos, convertíos y dad tu testimonio hermano, para que sirva de ejemplo a otros, entonces aparece un hombre (normalmente es un hombre) y a viva voz comenta que "Antes de caminar en el Señor, golpeaba a mi mujer, robaba almas, seducía los pecados con la fríaldad de la muerte .........." y todos los presentes en un coro sincronizado exclaman aleluya señor, tu sangre señor, elevan sus manos al cielo en busca de un trozo del mismo.
No se produjo ningún encantamiento de almas, ni nadie fue poseído , tampoco hablaron en lenguas ni siquiera los niños estaban sugestionados.
Pasaron dos veces la ofrenda.( dimos un mísero billete, no teníamos ni un pajarito ni un cordero que ofrecer) En este estadio de cosas, mi hermano literal, de fe y sanguíneo estaba absolutamente imbuido de su rol, cantaba los salmos con la mayor alegría y entusiasmo, una voz de barítono sobresalía de la iglesia, aplaudía como si fuese un protestante de color de alguna iglesia Estadounidense.
Biblia y cántico en mano, cerraba los ojos y se dejaba llevar contagiando a las cincuenta almas que se regocijaban al presenciar la conversión del nuevo ser que estuvo errante, perdido como un pródigo y que gracias a mi acción de convidarlo se reencontraba en la senda correcta, la recta ratio. yo simplemente no daba crédito a lo que veía y en mi estado de hilaridad me sobrecogía.
De pronto mi hermano y a esa altura hermano universal, se paró del asiento e intercambio unas frases con un hermano dirigente, éste anotó en un papel lo que Columbo-convertido le dictaba desde el más alla. El hermano-director acalló a la multitud de voces confundidas y leyó a petición del hermano y hermana nuevos,redimidos, lavados y presentados al Señor una oración por las hermanas Ágata y y Celestina , mientras el hermano leía se oía al unísono, Tu sangre señor, piedad señor, y él pedía estas hermanas se alejasen de chamanes, brujos y exhorcistas y se entregaran a los predicamentos de Columbo ser enviado por la divinidad encargado de rescatar almas y salvarlas de su oscurantismo.
Era tanta la impresión que yo, estaba sublimada, subyugada y mi estado de perturbación y de risa me excedían.Nuevamente los ojos desconfiados se posaban en mi y yo ahí resistiendo y no me atrevía a moverme porque si lo hacia me darían unos deseos irrefrenables de ir al baño y jamás iría a un baño ajeno por muy santificado que estuviese , entonces en una incómoda posición debía estoicamente frenar mis impulsos hasta llegar a mi casa.(nunca un viaje fue más tortuoso y extenso) Convenimos con Columbo ir nuevamente a la iglesia a pedir por dos seres : Marco Antonio Figueroa y Carlos Merlín Samur
martes, septiembre 12, 2006
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