sábado, junio 18, 2011

POBRE SER

Acabo de experimentar un estado catártico. Un sujeto me hostilizó y molestó durante mucho tiempo. Soporté estoica. Sin embargo ayer sufrí un desquiciamiento escrito. Todos los prejuicios, convencionalismos y demonios personales emergieron con locura. Festiné insultándolo vía correo electrónico, una y diez veces y siempre in crescendo. Mi intención final era que se rindiera ante mi estado verborreico escriturado. Insolente. Finalmente se doblegó . El alivio es un placer exquisito.

lunes, febrero 14, 2011

COMO AMAN LOS SUBSERES

A propósito de este día, San Valentinesco , siempre he sentido curiosidad por saber como aman los subseres . Lo anterior tiene como fuente evocativa- referencial un hecho ocurrido de madrugada. Era un amanecer intenso, frío, neblinoso. Fuera de una cantina había dos amantes.
Ella, ebria y somnolienta se movía lentamente al ritmo de la música que emanaba de una armónica de plástico verde. Quien ejecutaba el minúsculo instrumento era el amante. Se trataba de dos alcohólicos e indigentes. Acabada la fiesta se abrazaron y cayeron al cemento, ahí quedaron observándose.
Es pertinente aclarar que se entiende por sub seres, todos aquellos seres o personas, que se encuentran en un estado infrahumano o de una indigencia impactante, no solo desde el ámbito de la sobrevivencia material, sino de un estado decadente en el más puro sentido ontológico.

Aquella madrugada en Tomé, esperaba un bus y no obstante , me quedé contemplando a los amantes, en estado de voyerismo puro. No se movían ni respiraban.La armónica apretada entre sus puños.Finalmente decidí partir y desde aquel día siento una irrefrenable curiosidad por saber como serán sus besos, si saben a cerveza o a limón.

Como expresarán sus sentimientos? Estará en su léxico expresiones románticas o solo juntaran sus cuerpos porque asi lo decretó el instinto?

sábado, febrero 05, 2011

DESTRUCCIÓN, DECONSTRUCCIÓN Y RECONSTRUCCION

Queridos Amigos: Se acerca el triste aniversario del terremoto y tsunami que asoló a nuestro país. Después de casi doce meses recién puedo escribir acerca de lo sucedido en este espacio.
Para mi el terremoto significó un despojo absoluto y un estado de orfandad.
Nuestra historia comienza en Coliumo, lugar de origen de mi abuelo Francisco Cid, un español fundador del pueblo. Dueño de aquellas tierras. Mi padre y familia heredaron el espíritu de apego y arraigo y nos transmitieron el orgullo de sentirse parte de un trozo de tierra.
Aquel día todo cambió. Las olas no solo arrastraron los cimientos de la casa y los enseres, sino que la salinidad borró todo rastro nuestro, llevándose fotografías y retratos familiares.
Estábamos frente a un nuevo paradigma. Éramos seres sin identidad, errantes y despojados de recuerdos .Nos esparcimos. Estábamos diseminados. Nos prometíamos re-construir sin dimensionar lo que significaba desde el punto de vista económico.
Entonces acudimos a las instancias creadas por el Estado. Burocracia pura. Documentos y más documentos. Deambular de un lugar a otro. Por fin reunimos todo y nos dicen que nosotros debemos reunir un número de pobladores para postular. O sea después de vivir en el campo en forma independiente y sin vecinos próximos e inmediatos, debíamos hacinarnos en algún campamento, que eufemísticamente denominan "Aldeas" y que los pobladores, concientizados repiten como si fuese una parcela de agrado.

Es que somos profesionales. Entonces la gente como uno, se empobrece. Pierde todo, no obstante no accede al sistema ni a la prometida ayuda.

Los cerros de Coliumo están vestidos de mediaguas .Dos baños químicos para 50 familias. Extienden sus mediaguas con latas, nylon, frazadas y ramas.

Chile con el terremoto se fraccionó. Aquellos que habitan el norte, impactados observaban atónitos lo ocurrido y nosotros de esta parte del país.

En Coliumo una emblemática embarcación fotografiada por todos los medios y portadas de algunos periódicos y cuyo nombre es “Águila Real” solo pudo ser retirada del cruce entre cerros y de acceso al camino hace un mes. Retiro por cierto, pagado íntegramente con el dinero de los dueños que durante ese período no generaron recurso alguno, ya que su única embarcación yacía ahí en la entrada del pueblo-caleta de pescadores

La oferta de expropiación existente es impresentable.

Concepción es una ciudad, que a un año del terremoto permanece incólume e intocada. Una virgen de fierros, cenizas, y concreto. Los Edificios tienen alrededor una especie de cintillo o un collar de perlas falsas. Un gran letrero que reza estabilización.

La torre Ohiggins, con su letrero ofreciendo en arriendo oficinas, cabizbaja y con problemas a la columna, mira incrédula y humillada a la ciudad.

He pasado mil veces frente al edificio Alto Río y cada vez me conmuevo. No puedo dejar de impactarme. Es un emblema de la debacle post terremoto y de la desidia de la autoridad entre otros responsables.

A un año del hecho, la gente vive de esperanzas o de sus precarios recursos, pero de reconstrucción, nada….

domingo, enero 30, 2011

DIAS DE RADIO

Hace unos meses falleció don Petronio Romo. Fue locutor de Bio Bio La radio, su inconfundible voz en el espacio de “Breve notas” o la potente frase “El hombre que no es informado no puede tener opinión” constituyen hit radiales.

La radio, es un asunto que me trae mágicas, nostálgicas e inolvidables evocaciones.

Sucede que un día todos existíamos hermanos y padres y vivíamos en Coliumo. La radio era nuestra única fuente de información y entretención.

Casi de madrugada, mi padre encendía la radio y la sintonizaba en “Cooperativa” se iniciaba con la conocida frase “Al toque del gong sírvase conectar”.
Empezaban las noticias y desde la pieza contigua me informaba sin entender nada. Luego había un comercial de la “Sudamericana de Vapores” que me provocaba una sensación de tristeza indescriptible y ajena. Era el sonido de la sirena de un barco, un eco profundo e inacabable. Me imaginaba que naufragaba en tierras extrañas con miles de pasajeros cubriéndose los oídos.

Acto seguido empezaba una interminable nómina de emisoras que transmitían simultáneamente. Era la sincronía perfecta. Mencionaban a Monte Patria, María Elena y Chile Chico. Esos tres pueblos me causaban una enorme inquietud .Mi destino último era conocerlos. Ayer pase con un amigo divisando aquel lugar.


En aquel entonces existía una emisora cuyo nombre era” Radio Almirante La Torre” de Talcahuano. Transmitía dos programas significativos para las distintas comunidades rurales. Eran panoramas de gran interés entre los radio escuchas, que constituían la hora más ansiada e importante del día, para todas aquellas familias que esperaban noticias o el arribo de un ser querido.

El nombre de dicho programa radial era "México Canta”. La locutora se llamaba Ana Magaly Almendra, poseía una voz preciosa una mezcla entre la profunda gravedad y la sutil dulzura. En el tiempo de transmisión Coliumo entero escuchaba con impúdico volumen y las ondas se esparcían raudamente.

Ana Magaly declamaba los mensajes a los habitantes de las diversas localidades rurales quienes padecían delirio radiofónico. Los mensajes eran del siguiente tenor: “Se comunica a Juan Pérez que su madre viaja en el tren de Concepción a Ñipas, que la vaya a buscar en carreta porque trae mercadería”, uno o dos mensajes y eran acompañados por una triste canción Mexicana, éste espacio duraba una hora y tenía una sintonía que ya la quisiera la televisión abierta.




Yo, alephticamente, con una interpretación Borgeana, divisaba a Juan Pérez arreglándose para ir a buscar a su madre, alistando sus bueyes y preparando su carreta y me transportaba a Ñipas, para hurgar en las cajas de mercadería que traería aquella señora.

Posteriormente empezaba un programa llamado "Con Permiso soy el Tango" y ahí Ana Magaly leía algún fragmento de la canción que estaba al aire. Este programa particularmente me encantaba, porque los tangos eran apreciados por mi padre, autores como Gardel, Piazzola y otros eran sus favoritos.

Don Anatole Figueras, un maestro de la locución, era una especie de presagio, un adelantado de su época que sin proponérselo fue un precedente solidario que realizaba campañas destinadas abrigar el cuello de los ancianos, ya que conminaba a tejer bufandas. Tenía un programa motivador llamado “Ritmo y Canción de los Domingos” que también se transmitía en la desaparecida radio “Almirante La Torre”

Para el 27 de Febrero, nuestra Radio Bio Bio, me atrevería a señalar que fue lejos el medio de difusión mas escuchado por todos. Fue la compañía oportuna, la información pertinente y asertiva. Fue una especie de cobijo para los días de soledad e incomunicación.

El genial Woody Allen en 1.987 dirige una película llamada Días de Radio, donde evoca el significado e importancia de la misma.

Ahora, en un contexto absolutamente diverso y sin mensajes específicos a la madre de algún Juan, ni carretas ni bueyes, ni sirenas de vapores, doña Ana Magaly Almendra, don Anatole Figueras don Petronio Romo y Radio Bio Bio forman parte de nuestro ideario y del patrimonio ancestral, social y cultural de la región.

jueves, marzo 25, 2010

DE COMO SOBREVIVIMOS EN COLIUMO

Coliumo, fin de semana, 3:45 horas, comienza a temblar, los vecinos arrancan. Mi padre nos instruyó que cada vez que la tierra se moviera, debíamos subir al cerro y aguardar un tiempo prudente, ya que en el año 1939 y 1960 hubo maremoto. No conoció el concepto de tsunami ni sus alcances.

El pueblo entero, se puso a resguardo, intuían que el imponente mar arrasaría con todo lo que estuviese a su paso.Gritos de alarma que destemplaban el viento, ecos, tambores, voces al unísono que conminaban a correr, el mar se estaba recogiendo, sonidos guturales que despertaban los adormecidos sentidos. Todos corren en una caravana organizada y caótica. Es un desfile de siluetas que cruza la noche y se pierde entre los árboles.

5:20 de la madrugada, todos los residentes cual procesión vigilan el mar.
De pronto viene una ola y con una suavidad estremecedora abraza el segundo piso de una casa que se ha convertido en una imagen emblemática de portadas de los periódicos nacionales y que evidentemente grafica la poderosa fuerza del tsunami. Las olas la arrancan con una lentitud metódica, luego envuelve el resto del poblado y lo acaricia, lo seduce, lo envuelve, lo conquista, solicita permiso para transportarlos lejos de sus cimientos. Las embarcaciones emergen y se entrecruzan, la gran ola arrastra contenedores, casas, artefactos, provocando un sonido estridente y ensordecedor, chocan entre si, se golpean y empujan es una danza de botes, tablas, quitasoles, sillas de playa y troncos desarraigados. Las lanchas solo son barcos de papel que un niño fabricó en el jardín.

5:50 horas, llega la segunda ola, se une a la primera en una danza frenética y desafiante, con una fuerza despiadada culminando el trabajo de arrancar los añosos aromos, de socavar la tierra, de fisurar las plantas y de secar las hojas con solo tocarlas . Todo empieza a centrifugarse y a remecerse en un torbellino de espuma y sal. El silencio de quienes espían en el cerro, sumado al eco que produce el estruendo de las olas es presagio de destrucción.

6:15 horas , es el turno de la tercera ola, simplemente juega, trepa los árboles, desnuda las casas, arrasa con los juguetes, lava las rocas, borra los cercos, doblega los alambres de púa, clausura los límites, abre los caminos, unifica las servidumbres de tránsito y se lleva la playa y los castillos de arena .
En el cerro todos observan atónitos. Se escuchan débiles exclamaciones. Nadie se atreve a interrumpir, sería un acto de suprema insolencia.

Desde el cerro se divisa solo agua y techumbres flotando. Nadie quiere abrir los ojos, evitan mirar lo que un día antes era su mundo.

El día siguiente al tsunami, el paisaje es desolador. Un lugar frente al mar, denominado “La cancha” es un acopio de sueños, trabajo, ilusiones, latas de cerveza, sillas y recuerdos.
En la entrada de Coliumo imponente y erguida se encuentra la embarcación "Águila Real”, navega sobre el mustio pasto. Metros más arriba está lanzado sobre el costado de una chacra el barco de la estación de biología marina de Dichato, perteneciente a la Universidad de Concepción.

En un jardín yace un bote cuyo nombre es "Tiburón I, Dichato" y en otro, una embarcación que reza “Cuenta Conmigo, Dichato”, en un patio cercano a la que un día fue nuestra casa, descansa el laboratorio del centro de biología marina.
La caleta de pescadores propiamente tal, llamada “Caleta del medio” desapareció y con ella el sueño de las mujeres recolectoras de algas y de los pescadores que perdieron sus embarcaciones en la danza delirante de las olas que acabaron con el esfuerzo de todas sus vidas.


Lunes 01 de Marzo, con Francisco mi hermano, por fin y luego de la falta de conectividad llegamos a Coliumo.

Quedamos paralizados ante el panorama que se nos presentaba. Indudablemente estábamos frente a un nuevo paradigma geográfico.
Existe un lugar llamado “Caletones” .El lugar tenía el siguiente orden: bosque, playa, roquerío y mar. Desapareció la playa. No obstante esta paralización fue temporal ya que al llegar a Dichato nos petrificamos. Imposible describir el cúmulo de sensaciones que experimentamos.

Lo nuestro trasciende la pérdida material, es un estado de orfandad y desamparo. Con Coliumo y Dichato tenemos un lazo afectivo indisoluble.

Entonces la nostalgia se instala gripalmente en nuestras células y se adhiere a las paredes y exhalamos melancolía. Es una cuestión viral porque se contagia hasta el viento quien percibe olfativa y cinestesicamente esta sudoración ya que estamos empaticamente sombríos.

Las mujeres de la familia nos volvemos Magdalénicas y lloramos, pero no es un llanto personalísimo sino genérico ya que lloramos por mi madre, por nosotras y por todas aquellas mujeres de la caleta del medio, por las recolectoras de algas y por todos aquellos a quienes se interrumpió abruptamente el sueño…

lunes, mayo 18, 2009

DE COMO ME SIENTO FRUSTRADA COMO ABOGADA

Queridos ex magisterianos o ex lectores: Me siento absolutamente frustrada en mi labor de abogada. Es una relación contractual extraña, casi un contrato innominado. Ciertos egresados de derecho me solicitan que les patrocine algunas causas.

El patrocinio es un contrato solemne por el cual las partes o interesados, encomiendan a un abogado la defensa de sus pretensiones ante los Tribunales de Justicia .Esto en virtud del Articulo 1 de la ley 18.120.


Estos patrocinios consisten en que aparezco como abogada de un cliente que solo conocí en la oportunidad en que nos encontramos en el tribunal ante un ministro de fe y firmamos la demanda respectiva. No participé en el proceso de recogimiento de datos, redacción ni revisión de demandas.Menos en el cobro de honorarios.

Como los egresados de derecho no pueden comparecer ante los tribunales a las audiencias tanto preparatorias como de juicios debía asistir en mi calidad de mandataria de estos afligidos seres.

Obtengo por audiencia la suma de $30.000 , al margen que el captante, egresado de derecho cobre por aquella demanda $500.000 o más pesos.

En realidad no me empece.En la medida que me cancelen las audiencias , perfecto. Es mi condición, lo elegí o acepté de esta forma y nada que decir.

Pero, la decepción llegó. Me siento absolutamente estafada, birlada, omitida y suprimida por seres que no siendo nada se creen algo y profitan de mi nombre y servicios .

Demandas impresentables, donde los verbos danzan abruptamente con las peticiones menos concretas.

Por captar clientes se les ofrece las soluciones más insólitas. Sin asideros éticos ni jurídicos.

Patrocino demandas donde convergen las intimidades más entrañables de probanzas imposibles.

Historias de desencuentros y miradas pasionales, de odios delirantes.

Los clientes pierden inexorablemente. Pierdo mi credibilidad. Piden explicaciones. Blasfeman y solicitan devolución de una suma que hasta entonces me era desconocida.

Me resiento. Estoy resentida.Cansada de ser objeto conjuntamente con estos clientes de las truculencias más insanas y despiadadas de estos seres .

En un acto de insolencia invocan títulos profesionales inexistentes. Espían detras de las puertas, se asoman a hurtadillas a la antesala del tribunal. Aparecen con carpetas y explicaciones inciertas frente a los ingenuos y sorprendidos clientes. Es decir no hay que ser Einsteniano para preguntarse por lo menos ¿Porque le proporcioné los datos a este sujeto, le pagué los honorarios y ahora otra persona me representará y entrará a la audiencia? Es que Si fuese abogado simplemente comparecería él.

Los clientes ignoran que no son abogados. Se dirigen a estos seres embaucadores como tales, con una reverencia desproporcionada.

Finalmente no me pagan. Se ocultan. Se desentienden y como no acostumbro a perseguir a este tipo de personas, opto por enviar elegantes correos electrónicos. No hay respuesta.

Hoy, tardíamente decidí que no patrocinaré demandas insostenibles ni a seres sospechosos menos aún permitiré que estos personajes determinados , egresados todos los que aludo continúen lucrandose ni provocandome daño de imagen irreparable.

Saludos











martes, septiembre 16, 2008

CUASI-ENSAYO POR ENCARGO

Escribir un ensayo no es una cuestión simple, máxime si el tema a tratar se relaciona con un jardín. Un jardín es una cuestión abstracta, estética, alucinante y palpable.

Existen tantos jardines que intentar elegir uno es limitar no solo la vegetación que allí reside, sino mis posibilidades sinestésicas.

El lugar elegido no existe. Es una especie de espejismo. Chilcos zigzagueantes entorpeciendo el paso. Chilcos cabizbajos y sombríos.

Intento abrirme camino entre el universo enmarañado de madreselvas .Su perfume me embriaga. Detengo mis lentos pasos y me enredo con las raíces húmedas de los Chilcos.
El Chilco siempre me pareció poderoso. Es una mezcla entre un árbol enorme y una débil planta. Un arbusto aguerrido. El jardín de los Chilcos constituía mi mayor obsesión y secreto de entonces. Era un desafío a la autoridad paterna. Penetrar en el bosque del tranque era volverse invencible.

En un lugar cercano a mi infancia y haciendo un ejercicio de retrospección, visualizo cerca de una vertiente una plantación de arbustos de cuyas ramas penden flores danzarinas vestidas multicolormente, rojo, fucsia, morado, negro.

Aquellas danzarinas oscilan pendiendo de una burda rama con elegancia e indiferencia. Siempre me pareció que fuesen unas niñas que se habían fugado de algún claustro y quisieron disimularse en el campo, columpiándose eternamente.

La vertiente está intervenida .Sus aguas se deslizan direccionadas a un tranque construido de piedras .La vertiente rebelde arrastra pétalos que las danzarinas impúdicamente han dejado caer. Prendas íntimas atrapadas entre las piedras. Se dibujan en el agua siluetas difusas de aquellas niñas-fugadas. Cierro los ojos y la espío entre las ramas.

Está prohibido ir sola al tranque. Hay que alejarse de la casa, de los ojos y de los inspectores de turno. Entonces se crea un dilema. Necesito la silente complicidad de una amiga. Una amiga-estatua. Que no pregunte, no respire para no ahuyentar a las danzarinas desnudas tomando un baño de piedras y musgos. Una amiga que se disimule entre los chilcos. Es preciso espiar aquel tranque sin terceros que alteren la armonía de las danzarinas majestuosos.

Camino entre la vegetación que allí florece, pequeñas flores adheridas a las piedras, flores de la culebra, quisquitos rosados, dedales y otras cuyos nombres nadie conocía y que bautizábamos como Campanitas, flores de agua.

Este particular jardín permanecía siempre húmedo, debido al tranque que allí se había levantado y que subterráneamente a través de largos injertos de plástico proveían de agua a mi casa.
Era un jardín de incesante ruido. Tambores, ecos, sonidos lejanos retumbaban en mi subconsciente. Era el monosílabo canto de la vertiente que reclamaba la suerte de caer atrapada entre las piedras.

Arbustos añosos y frescos, sedientos de primavera, ávidos de luz. Sus imponentes brazos se alzan al viento en señal de protesta.

Su savia se desliza intravenosamente por sus ramas. Los Chilcos dominan imponentes el espacio impenetrado de podadoras y fertilizantes.

Respiro y siento las voces de miles de fugadas niñas que al atardecer cantan al ritmo de la flor de la culebra que repta entre las raíces de incipientes Chilcos próximos a cubrir de sombra aquel privado jardín.

El jardín del tranque en medio de los eucaliptos es también un refugio contra las tempestades que asolan el espíritu de doña Celinda, mentora de mis fantasías. Poetisa, médium, hechicera y auscultadota de almas, quien acudía en días de tinieblas a este privado jardín. Habíamos construido una especie de túnel que nos guiaba a una gruta sacro santa donde aquella mujer, doblaba sus rodillas y frente a un solitario Chilco, rezaba por los ausentes .Debo confesar que jamás comprendí aquel ritual, no obstante el hecho de internarnos clandestinamente me provocaba delirio.

Celinda sufría transformaciones que la llevaban a un inquietante estado de paroxismo, en aquellas peregrinaciones lloraba profusamente y su salinidad fortalecía los cimientos de aquel errante arbusto.

Chilcos violáceos, púrpuras, violeta que juegan con la gama de los rojos.
Lilas y azules confusos y melancólicos.

Musgos, piedras, sombras, fucsias diseminadas en el torrente de un río que acoge las semillas de flores péndulas .Danzarinas misteriosas que hacen malabarismo sobre los soportes de su cráneo.
Corteza imponente y tosca que ha sufrido inclemencias que denotan tristeza cutánea, no obstante las danzarinas oscilan bellas y erguidas.

En este particular contexto y de acuerdo al racconto realizado, mi jardín es un lugar donde danzan las flores de los Chilcos como almas libres de aquellas fugitivas que decidieron enclaustrarse en medio de las sombras. Donde la oscuridad y humedad del jardín se ilumina con las visitas diarias de seres clandestinos que en un acto de procesión profano-celestial conviven secretamente con aquellas danzarinas desertoras.