CONTRERASHAUSEREANDO.

Queridos seres: Hoy, me encontré con un personaje encantador y alucinante, su nombre es Marcelo Luis Contreras Hausser, cuyo curriculum, se lee a lo menos 5 minutos : profesor de filosofía, abogado, sociológo, magíster en criminología, doctor en filosofía y letras, doctor en derecho, doctor, en sociología, doctor en criminología, y todo obtenido en la Universidad Complutense de Madrid.

Es además presidente del club de huasos de San Felipe, tesorero del club de jardines de La Serena, secretario del departamento de ética del colegio de sociológos, director de la revista de criminología, director del club La Unión, socio del club Concepción, presidente del club de talentos de Chiguayante, miembro de la kgb, espía de Fidel en Cuba, integrante de los 5 guatones, masón, radical, apoderado del Colegio Inglés Saint George, marido de una matrona, padres de 3 hijos, oriundo e hijo ilustre de Temuco, ex alumno de La Salle.

Que hubiesen postulado 1700 seres todos jesuitas a las becas en Madrid y que luego de acusiosos examenes hubiesen quedado 5 seleccionados y que finalmente él , un Chileno, famélico, huaso y provinciano, nieto de Carmen Hausser Barrientos, profesora normalista, hubiese arrasado en tierras hispanas no era un antojo del azar ni una torcida en la dirección del viento.

Existen seres suspicaces, osados e insolentes que, se atreven a dudar de la veracidad de dichos títulos o post grados, señalando solapadamente que es físicamente imposible en un periodo de 4 años obtener ésta cantidad de doctorados, hay otros que señalan que es sólo invenciones y mitomanías, cómo sea no estoy para cuestionar la veracidad o falacia de lo que eleva academicamente a este controvertido y genial profesor , porque Marcelo Luis, es un ser que, trasciende el bien y el mal. Marcelo Luis es un ser elevado que oscila en los estadios superiores del conocimiento.

Marcelo Luis, fue decano de derecho en mi Universidad y mi profesor de filosofía del derecho, criminología y sociología, que se refiriera a los problemas filosófico-jurídicos de Grocio, o al iusnaturalismo medieval, o a las escuelas del derecho natural, los contratos sociales o simplemente a Baruch Spinoza, me daba lo mismo, porque ambos en nuestro fuero interno sabíamos que teníamos un estado de complicidad , entonces nada me producía más placer estético que las clases de Contreras.

Marcelo Luis, siempre llegaba 30 minutos tarde a clases señalando que, estaba en conversación con el ministro del interior, el comandante en jefe de la FF.AA.,o lo estaba entevistando para CNN, o dando una exclusiva a la Deutsche Welle, que acababa de hablar con el rey Juan Carlos de Borbón y Borbón o sencillamente que estaba atascado con su voluminoso cuerpo en un tráfico impresionante.

Que los seres fuesen sociales, a sociales o para sociales que, el elemento criminógeno, que la disputa entre Hobbes y Locke, que el iluminismo o aufklärung era la contra posición a las tinieblas, tuviese o no razón o fuesen teorías especulativas daba lo mismo, pero no podía sustraerme del humor fino, inteligente, genial, del elemento lúdico en sus apreciaciones cotidianas, de la forma antipodiana de ver el mundo, me imaginaba a una Mafalda Contreras Hausser, un ser antitodo por esencia y naturaleza.

Sus clases eran una fiesta a mis sentidos porque en definitiva me identificaba con su humor.

Hoy lo ví , caminaba con demasiada dificultad y lentitud, su sobrepeso le impedía coordinar armonicamente sus movimientos.
Tenía un aspecto cansado, como volviendo de una batalla .
Sus pies no le obeceden y camina por osmosis como si estuviese aprendiendo a deslizarse .
Era un espectáculo desolador él un inmenso ser caminando como un lémur o un protohumano.
Después de observarlo con nostalgia y tristeza lo intercepté y lo abracé . Me miró asaltado y me dijo supe que habías chocado, ¿como estan tus costillas? , yo me percaté que Marcelo Luis estaba confundido y le dije, en efecto, estuve tres meses inmovilizada porque choque con una ambulancia. Me miró y me dijo cúantas veces les dije que Platón señalaba que, no había que respetar las leyes por la coacción o por la luz roja, sino porque un buen ciudadano respetaba las leyes por obediencia su recta ratio.
Le pregunté por sus clases se explayó y fuimos a tomar un jugo y nuestra conversación se extendió 2 horas de las cúales me reí 3 .

Nada, simplemente Marcelo Luis, cuestionado de especulador, mitómano, charlatanis, grupiento, auto referente y reiterativo , me alegró la semana y hoy, mi estado de espíritu es óptimo.

Saludos a todos.