domingo, enero 20, 2008

CONCIBIENDO LA CHILENIDAD PARTE II

CONCIBIENDO LA CHILENIDAD

Según mis entrevistados y de acuerdo con lo sostenido por Marco Antonio Gutiérrez poeta de la República, payador, publicista, la chilenidad es una palabra usada por chilenos, solo en determinados momentos, tales como catástrofes naturales, competencias deportivas en especial fútbol, fiestas patrias, dicha palabra siempre es usada con orgullo . Cabe destacar además que muchas veces “chilenidad” es utilizada por ciertas personas como “grito de guerra” para conseguir metas generalmente económicas, ejemplo teletón.

Chile es un pueblo sin patrón cultural, sin identidad nacional, un pueblo lleno de complejos donde sus ciudadanos tratan de desligarse de su pasado indígena, las mujeres se tiñen de rubias y van a centros de estética parara eliminar todo vestigio indígena, Gutiérrez se basa para indicar esto en su mirada de etnógrafo .

Lo anteriormente expuesto ocurre porque en Chile existe la adoración por el elemento ario, las mujeres de todas las edades y condiciones sociales, se aclaran el pelo, para acallar algún dejo o insolente rasgo que quiera develar algún ancestro étnico y otras porque la moda, revistas, televisión señalan que las rubias son poderosas.

De acuerdo con lo expresado por Sylvia Gutiérrez, del Centro Cultural Curarrehue la chilenidad se relaciona con un espacio físico, un lugar en el planeta situado en América Latina donde confluyen muchas civilizaciones y propuestas de diversas culturas.

Sostiene además que a nuestro territorio llegó gente de distintos países quienes se mezclaron racialmente con las existentes etnias tales como Onas, aymaras, diaguitas.

Es una constelación cosmogónica de culturas, dioses, creencias, mitos, de ahí la forma ensoñadora de concebir el mundo.

Es también un ritual sacro septembrino, dado que se relaciona netamente con fechas como el 18 de Septiembre 21de mayo. El resto de los meses orbitamos inorgánica, amorfa e indefinidamente
CARACTERIZANDO AL SER CHILENO


Somos excesivamente discriminadores, en Chile se estigmatiza de acuerdo con el nivel socio- cultural económico, educacional. Se segrega de acuerdo al origen del apellido, así por ejemplo, las personas mapuches son mirados como parias étnicos. En este contexto la costumbre existente entre los mapuches al momento de inscribirse los nacimientos los padres optaban por cambiarse el apellido por el del empleador u otros nombres españoles con el objetivo de ser aceptados socialmente.

Quevedo (2000), realizando una recopilación de poetas chilenos, llegó a la conclusión de que Chile es un país de gente triste. Oscura, sombría y opacada quizás por la ausencia de elementos del trópico tal vez.

El ensayista Rives (2005) disecciona, con filo de bisturí bruñido y acerado, el tejido psíquico que contiene "La objetividad y la subjetividad de la entidad nacional"; tarea que después desglosará Luis Soto (2005) en "Nación chilena", atreviéndose a reseñar las actitudes que caracterizan a sus miembros: "definición del estereotipo chileno: "Lo primero que ve es lo negativo. Siempre trata un sujeto de aparentar más de lo que es. Acá estaría inserto el arribismo desmedido que en las últimas décadas se ha instalado en nuestro país producto del consumismo desenfrenado.


El típico chileno, entendiéndose esto como el poseedor de la mayoría de las características, el ser fenotípico puro normalmente es birlado, estafado y sufre arbitrariedades, es decir, en el caso de haber obtenido una baja o nula calificación no la obtuvo, sino que se la pusieron porque le tienen envidia, no obstante, el mismo chileno, si la mencionada evaluación es exitosa, indudablemente es porque la obtuvo de acuerdo con sus méritos. Es decir, la falta de sentido crítico y auto- evaluación es impresionante. El tema de fondo es que las autoridades y quienes dirigen el destino del país adolecen de auto- crítica.

Al referirnos a “roto”, no es precisamente aquella figura emblemática representativa de un chileno típico, trabajador, esforzado, un paria, sino aquel ser inculto, que utiliza un lenguaje vulgar , que posee una actitud burda y se comporta como un ser básico, carente de toda iniciativa civilizada y sutileza. Indudablemente, acá están presentes diversos factores como elementos socio-culturales, marginalidad, hacinamiento, falta de oportunidades y fundamentalmente una cuestión cultural y de acceso a la educación. Reglas mínimas de comportamiento.

Otro rasgo caracterizador del chileno es que tiende a minimizar todo, por una cuestión de inseguridad”. Normalmente, se habla de la “casita”, el “autito”, como temiendo ser oído o si pronunciar la palabra completa con todo su significado fuese una mala educación.
El denominado “ingenio” y “picardía” del chileno surgió como un pretexto para disfrazar la estafa, robo o cualquier acto reprobable. El humor aparece cuando el pícaro le cuenta a sus pares su mala acción ¡¡¡¡¡¡ con orgullo!!!!!!.

El humor erótico del Chileno es una cuestión que claramente se inserta en la denominada picardía e ingenio, sino que además denota falta de civilidad, educación y creatividad porque pretender vulgarizar y sexualizar las cuestiones más simples con la finalidad de ser aceptados en un contexto específico demuestra inseguridad y pequeñez.

Resulta además extremadamente peligroso e inseguro que otro compatriota sepa que nos compramos algo de valor, si conoces quien te rodea es mejor mantener un bajo perfil. El principal enemigo de un chileno es otro chileno.

Podemos mencionar entre otras características el denominado complejo de grandeza (superioridad), como queda representado en su escudo nacional el cóndor grande en apariencia pero carroñero y oportunista al fin, el huemul un pobre animal en vías de extinción.

Al parecer es una clara contradicción con lo expresado precedentemente, sin embargo es una contradicción aparente dado que el complejo de grandeza no es sino una característica del denominado “Nuevo Rico” aquel ser advenedizo que por un golpe de suerte, o por su esfuerzo y constancia logró surgir económicamente y no sabe como manejar su estatus, se siente desfasado y adopta actitudes y formas de ver el mundo desde una óptica culturalmente limitada, pero con un despliegue impresionante de recursos.

El tema es que a éste compatriota su lenguaje, cultura y forma recargada y kitch de insertarse en un mundo y contexto al que no pertenece lo delata. Hace uso excesivo de recursos materiales en un estado de permanente exhibición donde aflora el tropicalismo.

El chileno es discriminador porque en el sub consciente colectivo se están mostrando imágenes de mujeres y niños rubios, esbeltos y atléticos, cuestión que se aleja de la realidad .Tiende a imitar porque los patrones mediáticos, televisivos y comunicacionales lo ordenan.

Somos chistosos, alegres, parranderos, el ser representativo habita en el corazón de las ferias y Vegas, ahí encontramos un fenotipo sudado, esforzado y aguerrido que trabaja por un sueldo miserable y no obstante conserva su alegría y espontaneidad.

El exacerbado servilismo, el complejo de Gueñecito es un rasgo que aún permanece en nuestro pueblo.

Estos sin duda son resabios de un pasado colonial gloriosamente terrenal.

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