FRITZEANDO

Queridos Amigos: Me sorprendí caminando en la plaza de Coronel. Estaba Silvio Rodríguez blasfemando poesía, discutiendo ideas, conquistando unicornios, abrazando metralletas, Amando mujeres con sombreros de luna, sin esperar a nadie ni siquiera a esa mujer a quien regaló una canción, no precisamente en un testamento sino en un soneto desesperado .

Es que Silvio Rodriguez impregnó cada centímetro del lugar con sus protestas, poesía y belleza.
La gente se había vuelto pensativa, mustia y triste. Yo, tenía una sensación de nostalgia indescriptible, será porque existe en el subconsciente una asociación con la época de la clandestinidad musical y oscurantismo intelectual, donde la musica de la nueva trova, de protesta o con un fuerte contenido social debía ser oída como si se tratara de un pecado enorme que se hubiese cometido, una especie de traición a la patria, un acto de sedición. Sin duda nos evoca y retrotrae al tiempo de la dictadura y represión.

De pronto seguí caminando y había un bar extraño y oscuro de donde emergieron dos seres ebrios y felices, ella una mujer de edad indefinida y un hombre joven, ejecutaban una de las danzas más extrañas y hermosas que, he presenciado, él con una minúscula flauta tocaba una canción inaudible o desconocida y ella se tomaba el vestido y bailaba indiferente a los ojos que se posaban en sus famélicas piernas.

Los bancos de la plaza estaban ocupados por mujeres solas de edad sospechosa y miles de surcos en actitud de resignación. Los niños paseaban en sus carros multicolores y yo ahi esperando.

¿Que hago esperando a un ser sin nombre, como sé si realmente existe y no es un constructo de mi subconsciente? ¿ será acaso una parición de mi laberíntica y zigzagueante mente que se hace realidad y emerge? Aca estoy Fritzeando, esperando a nuestro anti héroe denominado Fritz.

Hay quienes me dicen que es una ficción, un cuento o un cuentista.

Yo, me declaro crédula y confiada porque no se irá por una cuestión tan profana y grandiosa como el dinero que desaparecerá, porque existen mil motivos más apropiados y nobles para esconderse . Existen miles de espacios, caminos y bifurcaciones que recorrer en busca de historias, sujetos, ideas, celdas, códigos y libertad.

Silvio Rodriguez convoca paisajes perdidos, historia y sujetos atemporales, porque sus reclamos son válidos en cualquier época.
¿Existen acaso unos ojos más tristes que los de una vaca o de un pescado? esa mirada tenía una anciana que, estaba sentada a mi lado, exudaba melancolía , se enjugaba sus opacos ojos con un pañuelito blanco. Yo, intentaba no encontrarme con su mirada porque me ocultaba en mis lentes de sol, pero Silvio Rodriguez seguía lamentándose cada vez con mayor énfasis como implorando a quienes estaba en esa plaza sumarse a una plegaria por la tristeza, la melancolía y nostalgia.

Incluso Silvio , cuando canta alguna Habanera lo hace con un rictus de amargura.

Era tanta la nostalgia de aquella plaza que, decidí retirarme a esperar al ser en cuestión y cuestionado legalmente mirando como un ser prendía en un extremo de aquel lugar una enorme fogata en un horno de barro para hornear un crujiente pan.

Ahi apareció nuestro anti héroe denominado Fritz (su nombre será genérico para nombrar a todos aquellos seres poseedores del principio de Génesis , esto es : el verbo , de los pases orales mágicos , aquellos que son capaces de recrear, construir, resucitar las historias más inverosímiles y extrañas y no precisamente como un Buendía sino como un vendedor)

A propósito de los vendedores no existe oficio o componentes de éste arte que me desagraden tanto , sin ofender a nadie y perdón los aludidos, pero creo que es la especie involucionada mas manifiesta en su simplicidad. Se acercan, te acosan, intentan venderte algo que no necesitas insisten, te lo pruebas, te ves horrible, te queda grande y el color es espantoso, pero te asedian y señalan con la mayor dulzura que puesto en ti queda espectacular y que te ves regia. Otros pueden venir y ofrecerte mercadería de sospechosa calidad y todo porque está de oferta.

En un principio fue el verbo, es decir la palabra, osea biblícamente se presenta la creación del mundo como un acto lingüistico , en su mas pura expresión performativa y desde entonces ya existían los Fritzeanos y se multiplicaron y esparcieron por toda la tierra sembrando caos y confusión. Justo aca en Coronel Jonás vomitó en el tranquilo mar de ésta deprimida comuna un Fritz .Cuidado te puedes tropezar con uno y son encantadores.