A propósito de este día, San Valentinesco , siempre he sentido curiosidad por saber como aman los subseres . Lo anterior tiene como fuente evocativa- referencial un hecho ocurrido de madrugada. Era un amanecer intenso, frío, neblinoso. Fuera de una cantina había dos amantes.
Ella, ebria y somnolienta se movía lentamente al ritmo de la música que emanaba de una armónica de plástico verde. Quien ejecutaba el minúsculo instrumento era el amante. Se trataba de dos alcohólicos e indigentes. Acabada la fiesta se abrazaron y cayeron al cemento, ahí quedaron observándose.
Es pertinente aclarar que se entiende por sub seres, todos aquellos seres o personas, que se encuentran en un estado infrahumano o de una indigencia impactante, no solo desde el ámbito de la sobrevivencia material, sino de un estado decadente en el más puro sentido ontológico.
Aquella madrugada en Tomé, esperaba un bus y no obstante , me quedé contemplando a los amantes, en estado de voyerismo puro. No se movían ni respiraban.La armónica apretada entre sus puños.Finalmente decidí partir y desde aquel día siento una irrefrenable curiosidad por saber como serán sus besos, si saben a cerveza o a limón.
Como expresarán sus sentimientos? Estará en su léxico expresiones románticas o solo juntaran sus cuerpos porque asi lo decretó el instinto?
lunes, febrero 14, 2011
sábado, febrero 05, 2011
DESTRUCCIÓN, DECONSTRUCCIÓN Y RECONSTRUCCION
Queridos Amigos: Se acerca el triste aniversario del terremoto y tsunami que asoló a nuestro país. Después de casi doce meses recién puedo escribir acerca de lo sucedido en este espacio.
Para mi el terremoto significó un despojo absoluto y un estado de orfandad.
Nuestra historia comienza en Coliumo, lugar de origen de mi abuelo Francisco Cid, un español fundador del pueblo. Dueño de aquellas tierras. Mi padre y familia heredaron el espíritu de apego y arraigo y nos transmitieron el orgullo de sentirse parte de un trozo de tierra.
Aquel día todo cambió. Las olas no solo arrastraron los cimientos de la casa y los enseres, sino que la salinidad borró todo rastro nuestro, llevándose fotografías y retratos familiares.
Estábamos frente a un nuevo paradigma. Éramos seres sin identidad, errantes y despojados de recuerdos .Nos esparcimos. Estábamos diseminados. Nos prometíamos re-construir sin dimensionar lo que significaba desde el punto de vista económico.
Entonces acudimos a las instancias creadas por el Estado. Burocracia pura. Documentos y más documentos. Deambular de un lugar a otro. Por fin reunimos todo y nos dicen que nosotros debemos reunir un número de pobladores para postular. O sea después de vivir en el campo en forma independiente y sin vecinos próximos e inmediatos, debíamos hacinarnos en algún campamento, que eufemísticamente denominan "Aldeas" y que los pobladores, concientizados repiten como si fuese una parcela de agrado.
Es que somos profesionales. Entonces la gente como uno, se empobrece. Pierde todo, no obstante no accede al sistema ni a la prometida ayuda.
Los cerros de Coliumo están vestidos de mediaguas .Dos baños químicos para 50 familias. Extienden sus mediaguas con latas, nylon, frazadas y ramas.
Chile con el terremoto se fraccionó. Aquellos que habitan el norte, impactados observaban atónitos lo ocurrido y nosotros de esta parte del país.
En Coliumo una emblemática embarcación fotografiada por todos los medios y portadas de algunos periódicos y cuyo nombre es “Águila Real” solo pudo ser retirada del cruce entre cerros y de acceso al camino hace un mes. Retiro por cierto, pagado íntegramente con el dinero de los dueños que durante ese período no generaron recurso alguno, ya que su única embarcación yacía ahí en la entrada del pueblo-caleta de pescadores
La oferta de expropiación existente es impresentable.
Concepción es una ciudad, que a un año del terremoto permanece incólume e intocada. Una virgen de fierros, cenizas, y concreto. Los Edificios tienen alrededor una especie de cintillo o un collar de perlas falsas. Un gran letrero que reza estabilización.
La torre Ohiggins, con su letrero ofreciendo en arriendo oficinas, cabizbaja y con problemas a la columna, mira incrédula y humillada a la ciudad.
He pasado mil veces frente al edificio Alto Río y cada vez me conmuevo. No puedo dejar de impactarme. Es un emblema de la debacle post terremoto y de la desidia de la autoridad entre otros responsables.
A un año del hecho, la gente vive de esperanzas o de sus precarios recursos, pero de reconstrucción, nada….
Para mi el terremoto significó un despojo absoluto y un estado de orfandad.
Nuestra historia comienza en Coliumo, lugar de origen de mi abuelo Francisco Cid, un español fundador del pueblo. Dueño de aquellas tierras. Mi padre y familia heredaron el espíritu de apego y arraigo y nos transmitieron el orgullo de sentirse parte de un trozo de tierra.
Aquel día todo cambió. Las olas no solo arrastraron los cimientos de la casa y los enseres, sino que la salinidad borró todo rastro nuestro, llevándose fotografías y retratos familiares.
Estábamos frente a un nuevo paradigma. Éramos seres sin identidad, errantes y despojados de recuerdos .Nos esparcimos. Estábamos diseminados. Nos prometíamos re-construir sin dimensionar lo que significaba desde el punto de vista económico.
Entonces acudimos a las instancias creadas por el Estado. Burocracia pura. Documentos y más documentos. Deambular de un lugar a otro. Por fin reunimos todo y nos dicen que nosotros debemos reunir un número de pobladores para postular. O sea después de vivir en el campo en forma independiente y sin vecinos próximos e inmediatos, debíamos hacinarnos en algún campamento, que eufemísticamente denominan "Aldeas" y que los pobladores, concientizados repiten como si fuese una parcela de agrado.
Es que somos profesionales. Entonces la gente como uno, se empobrece. Pierde todo, no obstante no accede al sistema ni a la prometida ayuda.
Los cerros de Coliumo están vestidos de mediaguas .Dos baños químicos para 50 familias. Extienden sus mediaguas con latas, nylon, frazadas y ramas.
Chile con el terremoto se fraccionó. Aquellos que habitan el norte, impactados observaban atónitos lo ocurrido y nosotros de esta parte del país.
En Coliumo una emblemática embarcación fotografiada por todos los medios y portadas de algunos periódicos y cuyo nombre es “Águila Real” solo pudo ser retirada del cruce entre cerros y de acceso al camino hace un mes. Retiro por cierto, pagado íntegramente con el dinero de los dueños que durante ese período no generaron recurso alguno, ya que su única embarcación yacía ahí en la entrada del pueblo-caleta de pescadores
La oferta de expropiación existente es impresentable.
Concepción es una ciudad, que a un año del terremoto permanece incólume e intocada. Una virgen de fierros, cenizas, y concreto. Los Edificios tienen alrededor una especie de cintillo o un collar de perlas falsas. Un gran letrero que reza estabilización.
La torre Ohiggins, con su letrero ofreciendo en arriendo oficinas, cabizbaja y con problemas a la columna, mira incrédula y humillada a la ciudad.
He pasado mil veces frente al edificio Alto Río y cada vez me conmuevo. No puedo dejar de impactarme. Es un emblema de la debacle post terremoto y de la desidia de la autoridad entre otros responsables.
A un año del hecho, la gente vive de esperanzas o de sus precarios recursos, pero de reconstrucción, nada….
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